Ponte en una posición cómoda. Toma varias respiraciones profundas.
Repite a ti mismo: No temas.
Cada vez que exhala sueltas esas cosas sobre las cuales estás preocupado o tienes miedo.
Ofreces estas preocupaciones a Dios, sabiendo que el amor de Dios es infinito.
Permítete aceptar el amor y la gracia de Dios a cambio.
¡Como podía ser increíble que [el alma] también entiende, conoce y ama--o, mejor, que esto se hace en ella--en la Trinidad, junto con ella, como lo hace la Trinidad misma!
San Juan de la Cruz
Juan pregunta cómo fallamos en creer que como la Trinidad nos transforma, nuestro amor es como el de la Trinidad. Ora hoy para estar abierto a la obra de Dios dentro de ti.
Calmar a sí mismo . Abre tu corazón.
Tome tres respiraciones profundas.
Desconectar y escuchar.
¿Quisieras orar por