Toma un momento para considerar realmente la profundidad del amor de Dios para ti. Respira profundamente y deja que ese amor te rodee.
Permite que el amor de Dios permanezca dentro de ti, mientras oras:
El amor es paciente...
El amor es amable...
El amor no es celoso...
El amor es... amor...
Repita estas líneas lentamente dos veces más
Respira profundamente y conoce que Dios está presente donde se encuentra el amor.
El Buen Dios me ha ayudado siempre: me ha ayudado y me ha llevado de la mano desde mi infancia. Confío en Él. Mis sufrimientos pueden llegar a su límite, pero estoy segura de que nunca me abandonará.
Santa Teresa de Lisieux
¡Nada nos podrá separar del amor de Dios! En tu oración hoy, confía tu corazón y tu alma a Dios quien "nunca te abandonará."
Calmar a sí mismo . Abre tu corazón.
Tome tres respiraciones profundas.
Desconectar y escuchar.
¿Quisieras orar por