Ponte en una posición cómoda. Toma varias respiraciones profundas.
Repite a ti mismo: No temas.
Cada vez que exhala sueltas esas cosas sobre las cuales estás preocupado o tienes miedo.
Ofreces estas preocupaciones a Dios, sabiendo que el amor de Dios es infinito.
Permítete aceptar el amor y la gracia de Dios a cambio.
¡Si pudieras ver a los ángeles, quienes desde el cielo nos están viendo pelear en la arena! Solo esperan el final de la lucha para otorgarnos flores y coronas.
Santa Teresa de Lisieux
Teresita creyó que los ángeles nos vigilaban mientras soportábamos nuestras pruebas terrenales, esperando recompensarnos en el cielo. Al orar hoy, pide paciencia y confianza a medida que experimentas dificultades.
Calmar a sí mismo . Abre tu corazón.
Tome tres respiraciones profundas.
Desconectar y escuchar.
¿Quisieras orar por